Perfumes de mujer que nunca fallan

Hay que perfumes que nunca fallan, que tienen un aroma inconfundible que nos hace sumergirnos en la personalidad de quien que lo lleva. Año tras año surgen novedades que nos fascinan, pero siempre quedan los rescoldos de aquellas fragancias que permanecen en el tiempo, y que siempre están ahí. De hecho, muchas de ellas siguen situándose en el top 10 de los perfumes más vendidos.

Por ello, vamos a conocer cinco de los elixires con los que sabes que nunca vas a fallar en cualquier ocasión:

Chloé. Un perfume ligero, de espíritu joven, ideal para todos los momentos. El frasco tiene un espíritu vintage por sus formas acanaladas y su pequeña cinta alrededor del cuello. El aroma es floral, con la rosa como protagonista, alegrado por toques afrutados que evoluciona hacia una estela más amaderada y almizclada.

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DKNY. Uno de los clásicos, un perfume con energía, que recuerda a la electricidad que desprende Nueva York, una ciudad intensa, divertida y adictiva. Por eso, su fragancia es pura energía, para llevar el día a día con mucha personalidad. En la salida aparece una mezcla de sanguina empapada en vodka helado y hoja madura de tomate cherry, que da paso a un corazón embriagador de nenúfares, orquídeas y narcisos. Se cierra con un aroma sexy de abedul blanco y corteza de tulipero.

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CH L’eau. Una fragancia para sumergirse en la frescura y que no falla en la época de más calor que está llegando. Encarna los valores del universo CH: alegría de vivir, elegancia atemporal, frescura y juventud, por lo que nos encanta para cualquier ocasión. Un resultado exquisito, que combina té con cítricos y especias chispeantes que enmarcan una base de madera hecha de atractivo vetiver, la madera de cedro más fina y el más puro pachuli.

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Lancôme Tresor. Uno de los perfumes favoritos de las famosas. Y no sorprende, ya que año tras año mantiene fiel a muchas mujeres, por lo que es uno de los que nunca va a fallar. La fragancia, llena de personalidad, desvela notas florales, afrutadas, sedosas y amabaradas, que desembocan en el sentimiento más íntimo y más bello, el amor.

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YSL Mon Paris. Una fragancia más reciente y que llegó pisando fuerte hasta convertirse en uno de los más vendidos de la firma YSL. Una expresión sexy y chic con notas de salida como la fresa, la frambuesa, la pera y la bergamota. Las notas corazón son datura, peonía, flor de azahar y jazmín, mientras que el fondo incluye pachuli, almizcle blanco y ambroxan. Toda una explosión de un aroma dulce, a la vez que chispeante.

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Y tú, ¿tienes algún perfume que sabes que nunca falla?

Clásicos del perfume (XVII): Aromatics Elixir de Clinique

elixirDesde que habláramos del clásico de los clásicos, Chanel nº5, teníamos un poco abandonada esta sección de nuestro blog en la que recorremos la historia de algunos de los perfumes más míticos del mundo. Hoy nos bajamos en 1.971 para conocer más de cerca la longeva vida de Aromatics Elixir de Clinique.

Y es que Clinique fue creada por la exitosa empresa Estée Lauder Inc. en 1.968 para diversificar su producción de maquillaje y cosmética. No estaba en el guión pues, el éxito que luego conseguiría la marca con perfumes como el que nos compete o la conocida gama de perfumes Happy.

Ahora hace dos años Clinique celebraba por todo lo alto el 40 aniversario de su Aromatics Elixir con una edición limitada que rendía homenaje al perfume creado en 1.971 por Bernard Chant y Carol Phillips. Una fragancia que se concibió como una forma de viajar mediante el perfume, para lo que plasmaron en Aromatics Elixir la esencia de lugares tan remotos como Haití, Bulgaria, India, Francia y España.

Es por ello que la fragancia original contenía cientos de ingredientes diferentes en una mezcla que enamoró a las mujeres de la época. Hoy en día Aromatics Elixir de Clinique sigue siendo mucho más que un perfume que invoca al individualismo de la mujer. Una fragancia seductora pero que, a la vez, ofrece un remanso de calma para los sentidos.

Clásicos del perfume (XVI): Chanel nº5

ChanelEn nuestro habitual repaso a los clásicos del perfume, no habíamos centrado nuestra atención todavía en el más antiguo de ellos. Sin lugar a dudas el perfume que más mitología guarda en su historia, cuyos orígenes se remontan a hace ya casi 100 años. Corría 1921 cuando Chanel nº5 revolucionó a la élite de la sociedad parisina de la época.

Para inicios de los ’20, Coco Chanel ya era todo un fenómenos en los círculos parisinos de la moda. Había llegado a París unos años antes como amante de Etienne Balsan, el barón de los textiles, y pronto abrió su propia sombrerería para damas debajo del apartamento de Balsan. Para cuando Chanel nº5 se convirtió en el icono perfumístico de la época, Coco Chanel ya contaba con varias boutiques de éxito en París. Fue entonces cuando se propuso plasmar un perfume que reflejase la mujer moderna y sofisticada en la que se había convertido. No obstante, su pasado rural y de clase baja dificultó la labor, ya que las primeras pruebas contenían fragancias que recordaban a ese pasado alejado del glamour parisiense.

Corrían los últimos días del verano de 1920 cuando en una vacaciones por las Costa Azul, Coco Chanel escuchó hablar del perfumista Ernest Beaux, quien aceptó la propuesta de la modista y se puso a trabajar en su perfume. Unos meses después, el perfumista ofreció a Coco Chanel diez muestras numeradas del 1 al 5 y del 20 al 24. Chanel eligió la número 5. Y ese fue el nombre con el que se quedó un perfume que 100 años después sigue marcando tendencia.

Desde entonces, aquel perfume que contenía aldehído y esencias de flor de naranjo amargo, jazmín, rosa, madera de sándalo, vainilla y vetiver, entre otras, ha sufrido algunas modificaciones, pero ha mantenido siempre ese aura que lo convierten en algo único, en un perfume que ha sido capaz de seducir a personalidades como Marilyn Monroe o Audrey Tatou entre muchas otras.

Clásicos del perfume (XV): Rive Gauche de YSL

Clásicos del Perfume (XV): Rive Gauche de YSL

Hace unas semanas, en nuestro repaso a los perfumes con historia, hicimos una parada en 1.977 para recordar el nacimiento de Opium, una de las fragancias más míticas de Yves Saint Laurent. Hoy no cambiamos de década ni de diseñador, pero viajamos en el tiempo un poco más atrás, al 1.971, año en el que se lanzó al mercado Rive Gauche, el segundo perfume de YSL tras su debut perfumístico con ‘Y’ (1.964).

Rive Gauche, que ha perdurado en el tiempo hasta llegar practicamente inalterable hasta nuestros días, es un perfume que en su momento rindió homenaje a la línea de ropa del mismo nombre. Yves Saint Laurent fue el primero, en 1966, en popularizar la ropa lista-para-usar, Prêt-à-Porter, en un intento de democratizar la moda. Esa colección recibió el nombre de Rive Gauche.

Sin perder ni una pizca de su personalidad, la fragancia original elaborada en 1.971 ha sido sutilmente retocada. Una fragancia con carácter y con encanto contemporáneo, Rive Gauche se abre con un destello de aldehídos que ceden progresivamente el lugar a un corazón floral exuberante. El fondo sensual reposa sobre un aroma suave de madera, bálsamos y almizcles.

El éxito del perfume con el paso del tiempo ha sido tal que, en 2.003, Yves Saint Laurent sacó al mercado la Rive Gauche Pour Homme. Un perfume que rezuma independencia, seguridad e imprevisibilidad para un hombre fuerte y sensual, seguro de sí mismo y de su poder de seducción, el alter ego de la mujer Rive Gauche.

Clásicos del Perfume (XIV): Opium de Yves Saint Laurent

No fue la primera incursión del diseñador Yves Saint Laurent en el mundo de los perfumes, pero sin lugar a dudas fue, y es todavía hoy en día, la más recordada. Corría el año 1.977 cuando llegó al mercado Opium, una fragancia que marcó un antes y un después en el mundo de los perfumes. Una fragancia cuyo impacto sólo es comparable al que consiguió Chanel con su mítica nº5.

En aquellos años locos de la década de los ’70 YSL era el rey de la alta costura parisiense. Uno de aquellos genios que vivía peligrosamente en el París de los artistas. Fue en un barco, en una espectacular fiesta, dónde dio a conocer su nueva creación, fruto del trabajo de dos de las narices más prodigiosas de la época, Jean Amic y Jean-Louis Sieuzac de Roure.

Yves Saint Laurent quiso crear con Opium una fragancia que recuperase la familia olfativa oriental. Es Opium un perfume provocativo y voluptuoso, el que mejor recoge el estilo del diseñador francés. Fue el primer perfume francés de alta concentración, muy próximo a las fragancias americanas. Un auténtico acontecimiento que plasmó a la perfección el exotismo y el misterio de la China imperial.

Opium es droga, pasión, embriaguez. Opium fue una revolución en el mundo del marketing que marcó toda una década. Opium es una huella que no borra el paso del tiempo.

Clásicos del Perfume (XIII): Caleche de Hermès

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