¿Cómo se elabora un perfume?

La elaboración de los perfumes 

Seguramente os hayáis preguntado más de una vez cómo se elaboran los perfumes, tanto los perfumes de hombre como los perfumes de mujer. Y aunque las técnicas han cambiado mucho en las últimas décadas, hoy os queremos contar el proceso de elaboración de un perfume. 

La importancia del proceso de fabricación de un perfume, se encuentra en la obtención de los matices de cada esencia, creando así fragancias únicas. La técnica utilizada para dicha elaboración, está basada en la sutil mezcla entre la recolección natural y los procedimientos químicos más avanzados.

Cada fragancia desde las más ligera y delicada a la más rebelde y profunda, obtiene su materia prima de las flores, siendo esenciales en la fabricación.

La fabricación se puede realizar de forma natural, recolectando las flores más aromáticas como: lavanda, rosa, lila y aceites… Y aunque hoy en día estos procesos se encuentran bastante obsoletos y en su lugar se usan fragancias sintetizadas químicamente basadas en técnicas de destilación y evaporación, os contamos a continuación como sería el proceso más natural de crear un perfume. 

Fabricación natural de un perfume

Para la fabricación natural, se separan las partes con mayor fragancia de la flor: pétalos, raíz, hojas... transformándolas en una pasta densa y metiéndola en un alambique, posteriormente se añade agua y se destila, después de un proceso de enfriamiento y con mucho cuidado, se realiza la separación del agua y la esencia, siendo un proceso de extrema delicadeza porque en él se podría destruir todo el perfume.

Los aceites se suelen extraer de frutos y frutas de aromas frescos y cítricos, exprimiendo todo su aceite a temperaturas elevadas, aportando al perfume un aroma más intenso.

Otra manera de crear un perfume, es la extracción de materias aromáticas de diferentes plantas usando disolventes procedentes de grasas animales, aunque actualmente se usa el etanol y el tolueno que al contacto con las flores, hojas y raíces se impregnan.

El disolvente se elimina por evaporación, mezclándose con alcohol y creando un aroma más intenso. 

Para finalizar la elaboración, el alcohol es calentado y mezclado, obteniendo una mezcla para aromas y perfume.

Para las flores como el jazmín, el azahar o las tuberosas, la maceración es en frío y pétalo a pétalo son depositadas sobre grasa animal en una plancha de vidrio. Pasadas 24 o 48 horas se recogen a mano, repitiendo el proceso varias veces hasta obtener una mezcla grasa homogénea. Una vez obtenida dicha mezcla, repleta de aromas, se rasca y lava con aguardiente de vino, extrayendo de ella la infusión aromática deseada.

En estos tiempos esta manera de hacerlo ya casi no se utiliza, aunque hay perfumistas artesanales que aun realizan sus perfumes de esta tradicional forma. 

Como complemento a este post, nos gustaría dejaros un enlace a los perfumes de mujer más vendidos. Perfumes únicos, e irresistibles para mujer. 

Inmaculada Grau Clemente
(Asesora de Belleza de Perfumerías Laguna)