La transpiración puede ser muy incómoda tanto para hombres como para mujeres. Por eso, el desodorante es un elemento de higiene personal indispensable en nuestro día a día.
Como dato curioso, es importante saber que el sudor por sí mismo no tiene olor, sino que ese olor es fruto de una bacteria que se genera en el área sudada producida por la humedad y las altas temperaturas. Muchos y muchas hemos sufrido estas situaciones de estrés por sentir que el olor de nuestro sudor es desagradable para los demás y nosotros mismos.
Desmitificamos que el sudor o el olor a sudor sea producto de una mal higiene, no siempre es así. Depende básicamente de lo rápido que pueda proliferar la susodicha bacteria. El desodorante hace efecto contrario e inhibe la generación de esta bacteria evitando de esta forma el mal olor.
Existen varios tipos de desodorantes, cada uno con diferentes características y modos de acción:
Desodorantes en stick: Son similares a los jabones y se aplican directamente sobre la piel.
Desodorantes en spray: Sencillos de aplicar y proporcionan una gran cubierta.
Desodorantes en roll-on: Proporcionan una sensación fresca y suave en la piel.
Desodorantes de pieda de alumbre: Se presentan en forma de piedra y están hechos de alumbre de potasio, un mineral natural que se ha utilizado durante siglos por sus propiedades desodorantes y astringentes
Desodorantes naturales: Están hechos con ingredientes orgánicos y sin químicos dañinos para la piel.
*Las cantidades extras pueden cambiar segun promociones del fabricante.